Las elevadas temperaturas afectan al organismo,
tanto interna como externamente. Pero, tomando unas medidas básicas, pueden
eludirse los efectos del calor.
Una temperatura ambiental elevada puede ejercer un efecto nocivo
sobre el organismo, causándole no solo alteraciones directas como quemaduras o
golpes de calor, sino también efectos indirectos como síncopes, calambres o
cuadros de agotamiento.
El golpe de calor se manifiesta cuando el sistema que regula la
temperatura del organismo falla.
Un ambiente excesivamente caluroso puede provocar un aumento
desmesurado de la temperatura interna del cuerpo humano. Su resultado será el
deterioro de los tejidos y órganos del individuo.
El organismo dispone de un dispositivo que le permite eliminar
el exceso de calor en su interior, la termólisis. Este
mecanismo emplea dos herramientas que posibilitan la pérdida del exceso de
temperatura corporal: la vasodilatación cutánea y el sistema de sudoración.
Así pues, el golpe de calor aparece con mayor probabilidad
cuando surgen, a la vez y de manera coordinada, dos circunstancias que se
interrelacionan entre sí:
- Por una parte, el
sistema de termólisis puede verse comprometido. Esto ocurre, por ejemplo,
en caso de vestir una ropa incorrecta o si el individuo se localiza en
ambientes húmedos y tranquilos.
- A su vez, pueden
aparecer situaciones que promuevan una subida de la temperatura corporal.
Esto es lo que sucede al ejercer trabajos agotadores, si se realiza un
ejercicio intenso o cuando la temperatura ambiental es elevada.
Beber agua es una de las recomendaciones a considerar para evitar golpes de calor. |
Aquellas personas cuyo organismo no está adaptado al ambiente
que le rodea, son más susceptibles de sufrir esta afección.
Además, aquellos que presentan una mayor dificultad para disipar
el exceso de calor, como les sucede a los obesos, también padecen con más
frecuencia golpes de calor.
Así mismo, los sujetos que carecen de glándulas
sudoríparas, toleran en menor medida los excesos de calor, por lo que les
afecta más esta dolencia.
Este trastorno ocurre, más frecuentemente, en regiones
tropicales o durante la época estival. También, es relativamente habitual que
ciertos profesionales como los caldereros, panaderos, operarios de fundiciones
o atletas, sufran el golpe de calor.
Principales alteraciones orgánicas que genera la insolación.
La acumulación de calor en el organismo provoca que su
temperatura aumente. Este proceso provoca la activación del metabolismo que, a
su vez, eleva aún más la temperatura corporal del individuo.
Al superarse los
Los efectos que el organismo padecerá como consecuencia de estas
alteraciones son, entre otros: perturbaciones en el sistema nervioso,
alteraciones musculares, afecciones pancreáticas y hepáticas, o daños en las
células renales.
También, parece que el calor sofocante puede provocar la
liberación de sustancias procoagulantes, lo que generaría coagulación
intravascular diseminada (CID). La principal particularidad de esta
patología es que el organismo genera un exceso de pequeños coágulos en el
interior de los vasos sanguíneos.
Prevenir una insolación es importante, por ejemplo bebiendo agua en verano y en ambientes con temperaturas elevadas. |
Sofoco y pérdida de la conciencia son algunos de los síntomas
asociados al golpe de calor.
El primer signo que se detecta en una persona que está sufriendo
un golpe de calor, es el enrojecimiento de su rostro. Durante esta primera fase
el individuo puede padecer bochorno, sensación de sofoco, cierta impresión de
ahogo y una abundante sudoración.
A continuación, los tejidos y órganos afectados comienzan a
fracasar en su funcionamiento, fallo que también puede ir asociado a una
sudoración excesiva. El paciente comenzará a quejarse de dolor
de cabeza (cefalea) y de debilidad (astenia).
Cuando el correcto funcionamiento del sistema nervioso quede
comprometido, surgirán los problemas de conciencia. El individuo puede llegar a
perder el conocimiento y entrar en coma.
Otra serie de síntomas que pueden acompañar a esta enfermedad,
son:
- Presencia de náuseas
o vómitos.
- Latido anómalo del
corazón.
- Intranquilidad y
desasosiego.
- La piel alcanza
elevadas temperaturas.
- Pérdida de la
capacidad de sudar.
- Dificultad para
respirar.
¿Cómo puede prevenirse la insolación?
Existen unas pautas que pueden ayudar a evitar la aparición de
esta afección:
- Cuando el calor
aprieta es recomendable usar ropa holgada, no muy gruesa y de tonalidades
claras.
- Eludir el sol, sobre
todo al mediodía.
- Emplear gorros,
sombreros, sombrillas u otros elementos que cubran la cabeza.
- Usar cremas solares
protectoras que presenten un grado de seguridad adecuado.
- Reponer
líquidos. Es importante beber agua durante todo el día pero, sobre
todo, si se va a realizar ejercicio físico o algún trabajo en el exterior.
Reponer líquidos en ambientes calurosos es una de las medidas a tomar para evitar el golpe de calor. |
- Si se desarrolla alguna
actividad bajo el sol, será necesario descansar frecuentemente y tomar
agua, aunque no se sienta sed.
- Evitar el consumo de
alcohol y de bebidas con cafeína o teína.
- Aquellas personas
que padezcan alguna enfermedad grave o crónica, deberán extremar las
medidas de precaución que tomen contra el calor.
En definitiva, en situaciones de calor excesivo, será necesario actuar con prudencia para evitar sufrir un golpe de calor. Además, siempre habrá que usar el sentido común y, de sentirse indispuesto, acudir al centro médico más cercano.
BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA:
- CAPÍTULO 9.3: Síndromes Hipertérmicos. Principios de Urgencias, Emergencias y Cuidados Críticos. UNINET. Autores: J. Gil Cebrián, R. Díaz-Alersi Rosety, Mª Jesús Coma, D. Gil Bello y col. [Edición Electrónica disponible en: https://www.uninet.edu/tratado/c090301.html] [Consulta realizada el 16 de julio del 2021].
- Capítulo 42. Calor y frío. Riesgos generales. Director del capítulo jean – Jacques Vogt. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo. [Disponible en: https://www.insst.es/documents/94886/162520/Cap%C3%ADtulo+42.+Calor+y+fr%C3%ADo], [Consulta realizada el 16 de julio del 2021].
- Coagulación Intravascular Diseminada. Autores: G. Hurtado, MT. Orúe, ML. Antelo. Servicio de Hematología. Hospital de Navarra. Servicio navarro de Salud: Osasunbidea. [Versión Digital disponible en: http://www.cfnavarra.es/salud/PUBLICACIONES/Libro%20electronico%20de%20temas%20de%20Urgencia/10.Hematologicas/Cid.pdf], [Consulta realizada el 16 de julio del 2021].
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